viernes, septiembre 14, 2007

Referee de alma.

El referi Lunati salio con los botines de punta y lo banco a full.

Hoy en los programas de fútbol aparecieron TODOS los periodistas deportivos dándole con un caño a Lunati.
La manga de analfabetos corporativistas hijos de puta, mercenario mala leche que se llenan la boca hablando pajereadas todo el día no tienen ni idea, ni del reglamento, ni de los códigos del fútbol, ni de periodismo ni de ética profesional.

Y los DT y jugadores son la gran mayoría unos cabezas de termo que lo único que tienen en la cabeza es el signo $.
En lugar de simular, tirarse a la pileta, llorar, hacer cambios para perder tiempo, sacar los alcanzapelotas y mil chanchullos más, se tendrían que dedicar a jugar al fútbol, simple.

Asi que vayan a llorar a la iglesia y cierren el orto.

Lunati te banco a full, aclaro que me parecía un recontrapelotudo mirando las tarjetas al cielo cada vez que amonestaba a uno.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Absolutamente a todos los árbitros, sin ninguna excepción, hay que cagarlos a puntines en el orto. Desde el vamos.
Solo con pensar que a los doce o trece años, cuando todos los pibes sueñan con ser Maradona o Cachito, hay por ahí algún gordito boludo que sueña con ser Castrili...o Josi y le entran a uno escalofríos.

Diálogo imaginario en un lugar cualquiera de la república Argentina ( por ejemplo Ramos Mejía ):
Pibe A: yo cuando sea grande me encantaría jugar de nueve en la primera de Central y ganarle a los leprosos pechos fríos en su cancha jugando con nueve y con un gol mío de penal....

Pibe B ( "B" de blog, de boludo, etc. ): Ah no, yo sueño con ser el referí de ese encuentro para sacarle la roja a dos de Central, que me puteen todos y después me voy a vivir a la populosa y vibrante metrópoli de Kfar Saba.

yurgen dijo...

Sos jodido.
Obvio que preferiría ser jugador a arbitro, pero Lunatico les dijo lo que nadie le dice por "los códigos del fútbol".

PD : Bien los canallas.

Ensucorcel dijo...

Alguien tiene que hacer el trabajo sucio: taxistas, basureros, cornudos.
Lo que me reconcilió con los árbitros fue una nota en El Gráfico de hace dos décadas en la que el árbitro decía que él no expulsaba a los jugadores, sino que ellos se hacían expulsar. Todo árbitro debe cumplir con el reglamento, y listo.